Quiero que.

Siento la necesidad de ir a algún lado, no sé a dónde,
y escuchar palabras que me confirmen
que todo va bien.
Quiero que me cuenten historias amables
que provoquen risa,
y pintarme los labios de viernes en los lunes.
Me gustaría que en un mismo día
se acoplaran las cuatro estaciones,
que de la hoja seca que se congela
germinase una flor, un girasol,
que me diera pipas para comer
en una tarde de domingo de plaza y verbena.
Quiero tocar la juventud que tengo
con la manos llenas de témperas
para que coloreen el mundo gris, lienzo monocromo,
que nos hace crecer demasiado pronto.


Que las flores que nacen en invierno no las mate la primavera.





Historia de Año Nuevo

Cada año comienza entre la resaca de lo vivido y de lo que no.
Se dice mucho de querer hacer mucho: planes, objetivos y propósitos.
Mientras, el sol bajo cero de enero entra por la ventana despertándome, pero el frío hace que me envuelva entre las sábanas cinco minutos más.