Soy un granizado de limón, dulce y agrio. Una tormenta de verano
inesperada. Soy el Lacasito marrón que no se disfraza, su color es su sabor. El
césped recién cortado y tus pies descalzos sobre él. La brisa marina al atardecer.
El roce suave del viento con los álamos. Miradas ingenuas. Sonrisas
desconocidas. La adrenalina en una montaña rusa que sube, baja y da vueltas. Un
intento de hablar inglés. La insinuación sutil. La mina del Mikolápiz. El sabor
del jamón. Sensibilidad extrema. Caparazón de tortuga. La frase ingeniosa que
dices cuando nadie te escucha. La posterior risa de esa frase ingeniosa. Un
chorreón de leche condensada. El crujir de las hojas en otoño. Un no te quiero
querer. Un te quiero. La contradicción. El optimismo en soledad. La chincheta
que se clava en la suela de la zapatilla. Una uña a morder. Un balbuceo. El Si
Bemol de una canción. Las cuerdas de mi guitarra Juanita. El ritmo de las
teclas del ordenador al pulsarlas. El aroma del café al destaparlo del bote. Un
paréntesis cerrado. El chocolate negro, negrísimo. La risa floja incontrolable.
La indecisión. Juegos de palabras.