Veintitantos

por falta de tu luz.
Dime cuántas veces ocurre a lo largo de un mismo día y dime por qué hay ratos en los que no te quieres ver ni oír.

A veces desbordas una energía incalculable, lo noto por ese brillo blanco de tus dientes  y por ese sonido tan tuyo que haces al reírte.