A veces no
hay grandeza en tu mirada, lo noto porque se te apaga el color de los ojos y
las pupilas se dilatan por falta de tu luz.
Dime cuántas veces ocurre a lo largo de
un mismo día y dime por qué hay ratos en los que no te quieres ver ni oír.
A veces desbordas una energía
incalculable, lo noto por ese brillo blanco de tus dientes y por ese sonido tan tuyo que haces al
reírte.
Dime cuántas
veces ocurre a lo largo de un mismo día y dime por qué hay momentos en los que
te llevas todo el aire de la habitación en una carcajada.
Qué complejidad
y qué variedad de sensaciones en apenas minutos de diferencia. Lo mismo odias y amas, que desgarras y abrazas, que
lloras de repente y qué repentina alegría.